La sala de trofeos de la Ganadería Badiola Holstein, en Gozón (Asturias), ofrece un recorrido único por 40 años de progreso genético de la raza Frisona en España. 23 veces Mejor Criador Nacional Español, 24 veces Mejor Rebaño Nacional Español, 11 veces Vaca Gran Campeona Nacional (7 veces en los últimos 9 años), más de 200 vacas calificadas excelentes en los últimos 38 años, 4 Tripletes de Vaca Joven Campeona Campeona, Vaca intermedia Campeona y Vaca adulta Campeona o más de 15 años con 11.700 litros de leche de media por vaca y lactación.

El listado de éxitos de esta ganadería asturiana es apabullante y ha merecido que la revista ‘Holstein International’ la nominase este año entre las 100 mejores ganaderías de raza frisona del mundo, siendo la única española del listado.

¿Y cual es el secreto de esta ganadería familiar para situarse en la élite mundial de la raza Holstein?: “Nuestro trabajo de ganaderos nos apasiona y nuestro lema es lograr vacas de tipo, con buena morfología y que den mucha leche”, resume Paulino Badiola, sucesor en este momento de su padre, José Ramón Badiola, que pese a estar jubilado no puede pasar un día sin visitar a sus “ternerinas”.

Logran una media de 12.300 litros en dos ordeños con un 4% de grasa y un 3,37% de proteína

Los números acompañan: La media de producción de esta ganadería es de 12.300 litros en dos ordeños, con un 4% de grasa y un 3,37% de proteína, y menos de 150.000 células somáticas. Venden la leche a Central Lechera Asturiana, de la que son socios, y el año pasado produjeron 3,8 millones de litros, una cifra en la que prevén estabilizarse debido a la falta de base territorial.

Cuentan en este momento con un rebaño de 575 animales, de las que 250 son vacas en ordeño. El porcentaje de reposición es alto, entre el 25 y el 30%, pues desde sus inicios una de las patas del negocio de esta ganadería es la venta de recría, que supone alrededor de un 25% de los ingresos. “Desde que fundé esta ganadería en el año 1977 mi objetivo era darle valor añadido, y no sólo centrarla en la venta de leche. Ahora vendemos sobre todo vacas primerizas y también de segundo parto y novillas, en total unas 50 al año, pues el mercado de venta de embriones está muy masificado”, reconoce José Antonio Badiola.

“Buscamos la vaca ideal: con buenas ubres y buenas patas y estructura para ser la mejor productora de leche”

Ganaderos de toda España y de otros países son sus clientes y buscan en las vacas de Badiola Holstein animales que conjugan la belleza, el buen tipo, con la rentabilidad de altas producciones de leche. “Nunca buscamos sólo ICO porque es lo más fácil de conseguir. Lo que buscamos es la vaca ideal: con buenas ubres y buenas patas y estructura para ser la mejor productora de leche y durante muchos años”, subraya Paulino Badiola.

Así, en Ganadería Badiola Holstein siguen realizando los acoplamientos con papel y lápiz, eligiendo los toros que se adecúan a los objetivos genéticos y económicos de esta explotación, no al revés. “Nos apasiona hacer nosotros los acoplamientos de estas vacas de las que conocemos todo el pedigrí. La cuestión es que toro puede entrar en nuestro programa genético, en nuestra propia fórmula en la que tenemos nuestros propios parámetros”, explica Paulino.

En este sentido, advierte de que “si bien es cierto que la genómica acelera el progreso genético, debe acompañarse de familias de vacas profundas”, como de las 5 vacas importadas de Canadá y de Estados Unidos a partir de las que fueron recriando y construyendo su rebaño, y en el que desde hace 20 años no entra ningún animal comprado.

Recría y forrajes

Cada ternera es un nuevo proyecto en el que un buen manejo resulta clave para la recría. Durante el primer día procuran que la ternera tome los 8 litros recomendados de calostro en las mejores condiciones. Los animales también son vacunados frente a rotavirus, coronavirus y ecolii. Reciben el calostro durante 3 días y, pasado ese período, les suministran leche a temperatura adecuada mediante taximilk.

El destete es muy progresivo, sobre los 2,5 meses, pero reducir al máximo el estrés. A los 2 meses les empiezan a dar pienso granulado y cuando comen 1,5 o 2kg diarios comienza un destete progresivo y pasan a un lote lo más homogéneo posible, con un máximo de 8 terneras.

Con 4 meses las terneras pasan a otra instalación cercana donde está la recría y las novillas. Durante esta fase comen pienso con alta proteína, ,sobre un 20%, y hierba seca ad libitum recogida en la propia ganadería. “El heno hay que echarlo 2 o 3 veces al día, pero permite que las terneras desarrollen más volumen de panza”, destaca Paulino.

Hasta los 12 meses reciben esta ración y a parir de esa edad son alimentadas con silo de raigrás, paja y sobras de la comida de la ración de vacas adultas. “Es por una cuestión de ahorro económico. Los crecimientos son muy buenos, aunque es cierto que a veces las novillas pueden salir un poco engrasadas, pero la condición corporal en la que llegan al parto es buena”, reconoce .

¿Y para las vacas de concurso, las reinas de esta ganadería? “Tenemos siempre 10 vacas apartadas para ir a concursos, pero los animales van entrando y saliendo según los resultados. La ración que reciben es concentrado 3 veces al día y después heno, avena, veza…etc, sólo forraje”, precisa Paulino Badiola.

Para las vacas en producción la ración está compuesta por 25 kilogramos de silo de maíz, 8 kilos de silo raigrás, 4 kilos de alfalfa y sobre 12 kg de concentrado, con harina de soja como materia principal, y a veces algo de paja. Todo el pienso se lo compran a ASA, la cooperativa de alimentación animal de Central Lechera Asturiana, por una cuestión de trazabilidad de los alimentos y porque también se lo repercute positivamente en el precio de la leche.

Todo el raigrás es cultivado en las 85 hectáreas de base territorial -el 70% en propiedad- con la que cuentan en Ganadería Badiola Holstein. A excepción de 10 hectáreas de praderas permanentes, el resto del terreno de cultivo lo rotan con maíz forrajero, un ciclo 400 del que obtienen una media de 40 toneladas por hectárea.

La base territorial es claramente insuficiente para alimentar de forraje a todo el rebaño por lo que compran algo más de 1000 toneladas de silo de maíz. “Estamos en una zona, en el concejo de Gozón, en el que es difícil ampliar la base territorial, porque hay competencia con otros usos del suelo, como las segundas residencias o la ganadería de carne, y los propietarios no venden o los precios de los alquileres -hasta 400 euros por hectárea- son altos, por lo que de momento no vamos a crecer”, reconoce Paulino Badiola.

Envían la mitad del purín a la planta de biogás de Navia

Precisamente, la necesidad de respectar la normativa medioambiental en cuanto a la carga ganadera, les llevó a enviar la mitad de sus purines a la planta de biogás de Navia. “Central Lechera Asturiana es accionista de esa planta y nos animó a participar. De momento, estamos enviando la mitad de nuestros purines, pero nos obligó a que en la mitad de las camas tengamos que cambiar la arena por paja y carbonato cálcico, una mezcla más cara. Esto nos permite que las tres fosas de purines que tenemos sean suficientes y cumplamos la normativa”, explica.

Paulino Badiola: “Para nosotros las vacas son dedicación y pasión”

¿Satisfecho de ser ganadero? Paulino Badiola no lo duda: “Cada vez que nace una ternera es un proyecto nuevo, con expectativas para tener un animal mejor. Para nosotros las vacas son dedicación y pasión. Me conozco los nombres de mis 550 vacas y sus antepasados varias generaciones atrás”.

Como objetivos de futuro, más que aumentar producción, el objetivo de Badiola Holstein es seguir incrementando el nivel de las vacas y mejorando en eficiencia en todos los procesos. Y como principales retos este ganadero destaca la acuciante necesidad de mano de obra para trabajar en las granjas de vacuno de leche y de mejorar la base territorial de las granjas.

Fuente: Campo Galego (www.campogalego.com)