La ganadería Badiola, ubicada en la parroquia gozoniega de Condres, lleva cuarenta años buscando la perfección en las vacas de raza Holstein. Su trayectoria profesional ha sido más que valorada en numerosas ocasiones, logrando llevarse hasta 22 veces el título como mejores criadores nacionales. Ese trabajo y esfuerzo ha sido reconocido ahora por una de las revistas del sector más importante a nivel mundial. La cabecera Holstein Internacional les ha incluido entre los cien criadores más influyentes del mundo en los últimos 25 años. Los asturianos han sido los únicos españoles en lograr esta distinción. «Es un orgullo y una emoción. No es fácil tener un reconocimiento de estas características a nivel internacional», agradecen Paulino Badiola.
La empresa gozoniega se caracteriza, como ellos mismos explican, por tener unos objetivos de crianza claros. «Buscamos una vaca funcional y que a su vez dé rentabilidad», afirman. En la actualidad, cuentan con 570 animales, de los que 260 son vacas de ordeño. Además, tienen una producción anual de 3.700.000 litros, lo que supone una media de unos diez mil al día.
«Este reconocimiento supone un impulso y una motivación para seguir buscando la excelencia tanto en los animales como en la leche que producimos. Hemos tenido muchos reconocimientos y eso no es algo que se consiga de un día para otro. Venimos trabajando mucho desde hace 40 años, aunque es verdad que en la última década estamos teniendo más éxito», reconoce Badiola. La ganadería fue abierta por José Ramón Badiola, quien ahora trabaja de la mano de su hijo Paulino.
Incorporación de la mujer
El sector lácteo es uno de los más importantes de la región, pero su futuro no ha dejado de estar en la cuerda floja desde los últimos años. «Es un sector que está en continua reconversión. Es cierto que las ganaderías están disminuyendo, pero no es así con la producción. Esto tiene una ventaja: la profesionalidad de los ganaderos. La gente que se dedica a esto es por pasión. A pesar de tener una empresa pública como Central Lechera, tras la eliminación de la cuota láctea fuimos la región más afectada», explica. A día de hoy la producción asturiana supone tan solo un 8% de la estatal.
Algunos de los principales problemas con los que se encuentran estos profesionales a día de hoy son la falta de terreno para crear grandes empresas, la necesidad de realizar cada vez más inversión y el relevo generacional. «Es un problema grave que si no se soluciona ya dentro de diez años nos va a pasar factura. Además, es básico que la mujer se incorpore al sector. Cuando sales fuera de España ves que las mujeres están en igualdad de condiciones y eso es algo que aquí no ocurre», relata.
Fuente: El Comercio (www.elcomercio.es)